Reseña: "MISERABLES (los peligros del turismo)" los domingos en el CELCIT

Funciones: Domingos a las 20hs. Teatro Celcit (Moreno 431). Duración: 75 minutos. Entrada general: $150. Estudiantes / jubilados: $100. Beneficio 2x1 Club La Nación www.celcit.org.ar/espectaculos/136/miserables
Por Emiliano Basile 

En tiempos de crisis, el miserabilismo se presenta como una cualidad inseparable de la conducta humana. En él, se exponen los recursos más bajos del ser, lo más vergonzoso y humillante. Pero para sobrellevarlo con altura, siempre están presentes discursos de superioridad: social, intelectual, que aparentan status. 

"Miserables (los peligros del turismo)" viene a dar rienda suelta a los aspectos más bajos de la decadencia –moral- a través de un texto del siempre ácido y punzante Eduardo Rovner, convertido en puesta por tercera vez y en su mejor versión, por Gaby Fiorito (3xRovner, Cuarteto). 

La obra comienza en un local ubicado en la Villa miseria “Mandrake”. Un grupo de miserables fellinescos deambulan el lugar a la espera de explotar comercialmente sus desgracias con los turistas extranjeros (esos que traen dólares o euros), mediante sus miserias exacerbándolas, amplificándolas a un punto degradante de no retorno. Ellos son Eusebio (Mauricio Chazarreta), tejedor de ponchos, jefe de este emprendimiento, el graffitero Diógenes (Iván Steinhardt), el jardinero Gervasio (José Formento) –especialista en tés-, y Juan (Gabriel Wolf), dueño de una bibliocleta (biblioteca montada en un vehículo rodado 20). 

El espectáculo realizado por Altro Ké Compañía Teatral comienza lentamente, describiendo personajes con su forma de pensar y pasatiempos en donde reparten sabiduría en largas charlas para demostrarse cultos sin serlo. A contraparte de lo dicho está lo que hacen, que irá siendo justificado por un discurso de superioridad hacia el resto de la sociedad, propio de una clase media en evidente decadencia. 

Pero hacia el final el texto se intensifica y el relato, azaroso y dubitativo, explota en un cúmulo de ideas que aquí no adelantaremos sobre la conducta que da título a la obra. Desborde frenético y descabellado para impactar en el espectador con un desenlace final más fatal que la propia muerte.

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